Si hablamos del futuro de la medicina, hemos de referirnos inevitablemente a la transformación digital en salud. Como sabes, en Alma somos firmes defensores de poner las nuevas tecnologías al servicio de la materia, y es que estas han mejorado indudablemente el diagnóstico y la atención al paciente.
Hablamos de big data, pero también de inteligencia artificial. Vamos a analizarlo.
Inteligencia artificial para un mejor diagnóstico
De hecho, la inteligencia artificial tiene parte de sus aplicaciones en la radiología. Gracias a ella, se pueden detectar automáticamente ciertas patologías o incluso podemos aplicar un cribado automático para priorizar los casos más graves. De esta forma, nos da una facilidad para hacer el diagnóstico y es posible trabajar de manera transversal entre varios departamentos.
Una de las principales ventajas de esta aplicación, más allá de la consecución de diagnósticos exactos, es su uso en países menos desarrollados. En según qué zonas, podría suplir en cierto modo la ausencia de personal médico cualificado y permitiría optimizar recursos y gestionar mejor el flujo de trabajo.
Big data para una mejor atención al paciente
Pasamos a hablar de big data. Y es que, ¿somos capaces de imaginar el amplio abanico de factores que pueden afectar a la salud del paciente? Hábitos -fumar y beber alcohol, por ejemplo-, alergias, patologías previas, medicamentos que pudieran provocar efectos secundarios y, por supuesto, factores genéticos son solo algunos de ellos.
El paciente dispone de todos estos datos, a los que el médico no tiene acceso en muchas ocasiones a menos que se le comuniquen. Si el paciente lo considera adecuado, proporcionando estos datos da a los sanitarios una herramienta de valor incalculable.
En este sentido, las apps de salud son una importante fuente de innovación, ya que los pacientes pueden ir recogiendo toda esta información. Mediante la creación de algoritmos, se podrían analizar los posibles riesgos.
La transformación digital en salud para el trabajo en equipo
Trabajar en equipo es otro de los factores que puede intervenir en la gestión de casos. Hay dolencias que son multidisciplinares, y es importante que los profesionales médicos de distintas áreas puedan intercambiar información de forma ágil y segura.
La digitalización nos aporta portabilidad y, sobre todo, un gran margen de maniobra en este sentido. Crear espacios de trabajo donde puedan colaborar distintos departamentos nunca había sido tan fácil. Y esto, sin duda, marca la diferencia en el tratamiento que va a recibir el paciente.
Como ves, la digitalización en la gestión sanitaria trae mejoras que años atrás no hubiéramos imaginado. Y en Alma estamos muy alerta para no perdernos ninguna novedad.
En Alma partimos siempre del paciente y de lo que le beneficia. Por eso, prestamos atención a la evolución del sector para generar soluciones disruptivas que ayuden a la comunidad médica y su entorno de trabajo a hacer su labor. La transformación digital en salud, sin duda, tiene un papel fundamental en ello.